Stephen Ambrose publico en 1992 Band of Brothers (Hermanos de Sangre) posteriormente llevada a la televisión por cable en 2001 por HBO. En Band of Brothers se condensan múltiples dimensiones que vivimos actualmente en la gestión del talento en las organizaciones.
Esta obra narra las experiencias épicas de la la Compañía Easy del 506.º Regimiento de Infantería de Paracaidistas, de la 101.ª División Aerotransportada del Ejército de los Estados Unidos formadas por hombres, jóvenes ordinarios, que lograron metas extraordinarias.
Con frecuencia nos encontramos en procesos de selección que se requiere: deseo una persona que haya hecho lo mismo en el pasado. Antes de ser director general por primera vez, nadie ha tenido esa experiencia. Ni antes de ganar la primera Champions League se puede acreditar lo mismo. Ante esto, ante esta necesidad magnética de intentar clonar y declinar experiencias nos podemos plantear las siguientes preguntas:
¿Los éxitos del pasado acreditan el mismo éxito futuro? ¿La práctica en la competencia se puede replicar de la misma forma en la nueva organización? ¿Cuál es el potencial del candidato sin experiencia homonina? ¿Cuál es su curva de aprendizaje en meses hasta llegar al nominal deseado? ¿Que salario debo pagar en exceso para captar este know-how de la competencia?
La Easy Company estaba formada por chicos normales en circunstancias extraordinarias. Un entrenamiento disciplinado, grandes big-bag de exigencia por parte de los mandos y un acompañamiento próximo por parte de estos hicieron una compañía de éxito. La punta de lanza en múltiples operaciones de éxito contra el ejército nazi.
Damian Lewis es el líder 5, en palabras de Jim Collins, de esta compañía mítica. Aquel que promociona como suboficial hasta el grado de Mayor. El teniente Richard Winters, ejercía de punta de lanza de todas las operaciones. El primero, a pie del cañón. Se puede no confiar al 100% cuanto tu mando es el primero en dejarse la piel?
La especialización vs el optimismo y resiliencia. Ningún miembro de la compañía hubiera superado un proceso de selección para paracaidistas, transportista, artillero o sanitario. Al mismo tiempo, como nos diría Viktor Frankl, cuando descubrimos el sentido de nuestras vidas cualquier barrera e impedimento es más fácil de ser superado. Sobrevivir todos juntos y volver a casa era la misión de la compañía. El medio, no menor, era derrotar al ejercito de Hitler.
En la batalla de Bastogne en condiciones extremadamente duras por la nieve, hambre y aviación nací, Donnie Wahlberg sargento ejerce de líder de la compañía en primera línea ante la ausencia del líder por jerarquía. En un contexto donde la especialización era tan crítica el soporte moral y el acompañamiento a la compañía fueron claves en el éxito de la quimera. Esto y otras hazañas impulsaron su promoción a teniente, por méritos en batalla. Ante esto, y por esas normas del “management” que hace que nos supuren las sinapsis debían trasladarlo de batallón a fin de que el resto de los soldados y sargentos lo respetaran. ¿Se puede tener más respeto ante alguien que te ha salvado la vida? ¿Que te ha cuidado en momentos críticos priorizando tu salud por la suya?
Tom Peters, apuntaba que su teniente en Vietnam era extremadamente exigente y que durante su etapa en la selva en numerosas ocasiones lo repudió. El tiempo sitúa que la exigencia, la extrema disciplina era una declaración de amor: deseaba devolver con vida a los jóvenes a su país.
La disciplina, como el colesterol, hay mala y buena. La autodisciplina siempre es mágica y puede hacer que personas ordinarias consigan hitos extraordinarios.
Ante esto el trabajo en equipo ordenado, cada uno desde su rol, rebajando los egos a niveles terrenales favorecen logros inimaginables.
En nuestros próximos procesos de selección deberíamos tener presente a la individualidades de la Easy Company : gente corriente unidos consiguiendo hitos extraordinarios.
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