El mito de Sísifo en las organizaciones

Sísifo, dentro de la mitología griega, como Prometeo, hizo enfadar a los dioses por su extraordinaria astucia. Como castigo, fue condenado a perder la vista y a empujar perpetuamente un peñasco gigante montaña arriba hasta la cima, sólo para que volviese a caer rodando hasta el valle, desde donde debía recogerlo y empujarlo nuevamente hasta la cumbre y así indefinidamente.
Albert Camus aborda en su obra El Mito de Sísifo la idea del «hombre absurdo«, o con una «sensibilidad absurda«, es decir, caminos que no llevan a ningún sitio.
Pues bien, Camus es esterno como los buenos poetas y el sisifismo en las organizaciones también. Intentaremos profundizar en este concepto, con demasiada frecuencia en las organizaciones se definen objetivos y retos  complejos. Esto conlleva la necesidad de crear y alinear equipos formados en nuevas competencias en aras a conseguir estos nuevos retos. A pesar de la dificultad la actitud, resiliencia y constancia hace que estos equipos suban grandes cimas y cuando están a pocos metros de conseguir aquello que la mayoría planteaba como imposible sucede la tragedia:
Oh Sisifo! Alguien con la mano grande agarra la piedra y la tierra a la ladera de la montaña donde se inicio el complejo camino. Algunos de vosotros podéis pensar: Es normal el mercado cambia? la competencia es feroz? las necesidades mutan!
Eureka! En situaciones oxigenas a la organización sólo cabe resistir y volver…pero en las situaciones donde la mano es interna cabe la necesidad de (re)pensar y aprender nuestro estilo de management.
Esta situación provoca la necesidad de definir de forma clara tres elementos clave en este proceso de aprendizaje organizacional:

Creencias: cuáles son las creencias de la «mano»?
Contexto: cuál es el contexto cultural de nuestra organización?
Hábitos: cuáles son los hábitos a fuego en nuestra organización?
Las respuestas a estos interrogantes fijará el umbral del éxito de la próxima vez que a Sísifo le motiven a subir la montaña.
Nuestro éxito podrá llegar si bien:
-Determinamos cuáles son nuestras creencias y las tangibilizamos
-Somos consciente de nuestro contexto y las limitaciones actuales.
-Conociendo con exactitud evolución de los hábitos negativos que produce  la caída de la piedra hemos empezado a cambiar.

La determinación de estas tres variables nos ayudará a poder incrementar de forma sostenible el nivel de éxito de nuestro Sísifo , si no somos capaces tendremos los mismos resultados ….y vuelve a subir la montaña!
Cuando en las organizaciones se cronifica el sisifismo tenemos tres consecuencias:

-Pérdida de foco en aquellas actividades que generan valor.
-Falta de engagement de los grupos de interés o stakeholders.
-Reducción de nuestra  sostenibilidad y la posibilidad de ser trascendentes.

Algunos Sísifos me han trasmitido una serie de aprendizajes que me gustaría compartir:
1. Disonancia cognitiva: la creencia casi siempre se impondrá a los datos empíricos.
2. Poner el foco en la efectividad personal
3.Si el contexto cambia pivotamos sino cambia perseveramos.
4. Los círculos abiertos generan aprendizaje
5. Cultivar el Pensamiento de Caja Negra