SCRUM o cómo sprintar para que las cosas sucedan

Sant Tzu escribió El Arte de la Guerra y Bossidy apuntalo El arte de la ejecución en los negocios en el 2017. En un cambio de época la colonización de dinámicas binarias nos invaden:

  • Macro vs. micro
  • Abstracto vs concreto 
  • Ambigüidad vs. claridad

En este escenario, a pesar de la perspectiva lean start-up, nuestras dinámicas organizativas en demasiadas ocasiones viven en lo macro, abstracto y ambiguo. Estos elementos de entrada no son una buena materia prima para poder producir: resultados de impacto, concreción y claridad a los equipos.

En un reciente proyecto con una organización les preguntábamos:

Elige el mejor regalo de Reyes: ¿Más recursos o más claridad en los objetivos?

La respuesta fue en un 75% claridad en los objetivos.

Esto nos da pie a la necesidad de redoblar nuestros esfuerzos en la ejecución: en lo micro, lo concreto y lo claro.

El taylorismo nos agudizó nuestra capacidad de programar en secuencia. Esto nos ha servido para poder conseguir múltiples retos en las organizaciones en el último siglo. Al mismo tiempo, nuestro entorno VUCA así como las diferentes variables díscolas que aparecen en los proyectos pero que no estaban planificadas hace que GANNT salte por los aires semana si y semana también.

Ante esto la planificación en secuencia nos puede ayudar a prospectar futuros y a programar secuencias macro pero se nos queda corto en la gestión cotidiana.

La planificación por lotes y SCRUM nos puede ayudar a: concretar, asegurar tempos y generar equipo. A continuación, definimos características básicas de SCRUM:

1. Trabajamos por sprints: en nuestro caso en el sprint es semanal. Fraccionamos proyectos en actividades por lotes y en clave resultado . Ejemplo: Plugging landing-page validado.

2. Los roles de los planificadores no son el manager: sino el Propietario del Producto/servicio y el Scrum Master, facilitador. Como apuntaba Jerónimo Palacios la ortodoxia puede hacer que este proceso no arranque de forma adecuada. Así pues, a veces estás características pueden o han de ser moduladas.

3. El rol de scrum master: facilita el funcionamiento del tablón en sus diversas casillas, gestiona impedimientos, facilita método y genera la autonomía necesaria en equipos y/o personas.

4. Scrum diario: reunión diaria de pie para poder validar/analizar el trabajo realizado. Se realiza de pie durante unos 15 min. Aprox. ¿Que de un día a otro no hay actividad a validar? Eso significaría que la concreción del lote no se ha definido correctamente.

5. Retrospectivas: aquí gestionamos los aprendizajes y analizamos que ha ido bien o donde hemos fallada desde una perpectiva de aprendizaje (no punitiva).

En próximos artículos profundizaremos en nuestra experiencia en la implantación de SCRUM en las organizaciones y sus impactos.

Scrum es un plato pero necesitaremos un buen menú para poder acompañar a este segundo plato.

Propuesta de menú:

Entrantes:

-Tobu Matrix: instrumento de planificación diaria.

Primer Plato:

-GTD: metodología Getting Things Done.

Segundo Plato:

-SCRUM: sprintamos cada semana para evitar dinámicas de “como pollo sin cabeza”.

Postre:

-Cariño, mucho cariño: inteligencia emocional a raudales.

En palabras de un cliente: “Hay dos cosas que me cambiaron la vida de forma significativa: Mi boda y Scrum….no os diré cuál fue el cambio positivo”.

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